Bienvenidos a los que a veces no les gusta cortarse solos y se cuelan, se deslizan por las grietas de la escuela hasta este espacio que invita a compartir lo que se va creando.



Antes que nada, alimentá a los peces de tu imaginación

miércoles, 5 de mayo de 2010

Pasamos de pescar a cazar

Nueva entrega de "Corte y Confección". Aquí empieza la cosa buena. Porque hasta ahora hubo mucha producción de maquillaje, pero poca producción de la buena, es decir, producción de ustedes. Aquí empezamos a subir el resulado de una cacería singular. Todo empezó cuando leímos en clase un texto de Julio Cortázar del libro Un tal Lucas, que se llama "Cazadores de crepúsculos" (Entre paréntesis, si alguien no lo leyó, está muy lindo). De allí a salir de cacería no hubo más que dar un paso. Se "invitó" a nuestros alumnos a atrapar algo de la realidad o de la no realidad. Algo como un recuerdo que quería escabullirse, un ruidito indescriptible, un aroma inapresable, una situación, un color, un miedo, un deseo siempre tan dispuesto a convertirse en otra cosa. Aquí va lo que cazó Camila Calieri:




En canciones

cazo recuerdos

de momentos

poco cuerdos.

El solitario

ha terminado

su barco de cristal.

La pequeña Vera duerme

en el fondo del mar.

El loco al final

decía la verdad.

El baile termina,

la gente se va.

El sauce sabe

que la estrella voraz

ha deshecho

lo que quedaba de paz,

corrompiendo los restos

de la inocencia.


La melodía es acorde

a lo que dice tu conciencia.


(El Llanero Solitario no puede con su genio y agrega que, aunque Camila no lo hubiera declarado, se nota que este poema es para ser cantado. Se trata de una canción. De modo que esta canción anda buscando su música. El llanero solitario hace un llamado a los compositores solidarios para que pongan melodía a la letra)